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En la quimioterapia (quimio), se usan medicamentos fuertes destinados a destruir las células cancerosas. Los medicamentos atacan y destruyen células que crecen rápidamente, como las células cancerosas. Pero algunas células normales también crecen rápido. Por eso, la quimioterapia también puede dañar esas células. Esto puede provocar efectos secundarios.
Podría ver a un oncólogo ginecológico para recibir quimioterapia contra el cáncer de vagina. Se trata de un ginecólogo especializado en cánceres de la mujer. O bien podría ver a un oncólogo clínico. Es un proveedor de atención médica de medicina interna especializado en el uso de medicamentos para tratar el cáncer.
Muchas personas que reciben quimioterapia para el cáncer de vagina la reciben junto con radiación. Esto se conoce como radiosensibilización o quimiorradiación. Hace que la radioterapia sea más eficaz.
La quimioterapia se puede utilizar sola antes o después de la cirugía. Es el tratamiento principal en personas cuyo cáncer de vagina se ha propagado.
La mayoría de las personas con cáncer de vagina reciben la quimioterapia en una zona ambulatoria del hospital, en el consultorio del proveedor de atención médica o en un centro de infusión. En raras ocasiones, dependiendo de su salud o de la quimioterapia, quizá deba quedarse en el hospital durante el tratamiento.
Es posible que reciba quimioterapia directamente en la sangre a través de una vena (por vía intravenosa) o que se administre por vía oral en forma de pastilla. En algunos casos, las lesiones precancerosas vaginales se pueden tratar con quimioterapia en forma de crema o loción. El medicamento se aplica en la parte afectada de la vagina. La quimioterapia administrada por vía intravenosa o en forma de pastilla es un tratamiento sistémico. Esto significa que los medicamentos se propagan por todo el cuerpo. La quimioterapia que se administra en forma de crema o loción es un tratamiento localizado.
La quimioterapia se administra en ciclos. Esto significa que recibe quimioterapia durante un tiempo y, luego, tiene un período de descanso. Cada período de tratamiento y descanso constituye un ciclo. Probablemente, tendrá más de un ciclo de tratamiento. El proveedor de atención médica le explicará el plan de tratamiento y lo que puede esperar. La duración del tratamiento depende del tipo de quimioterapia utilizada.
Los medicamentos para la quimioterapia que se usan con mayor frecuencia para tratar el cáncer de vagina incluyen los siguientes:
Fluorouracilo (5-FU)
Cisplatino
Carboplatino
Paclitaxel
Docetaxel
Irinotecán
Para la quimioterapia administrada junto con radioterapia, es probable que reciba dosis bajas de cisplatino o carboplatino.
Los efectos secundarios con la quimioterapia son frecuentes. Pero es importante saber que, por lo general, pueden controlarse e incluso prevenirse. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen poco después de que finaliza el tratamiento. Los efectos secundarios dependen del tipo y de la dosis de quimioterapia que reciba. Varían de persona a persona. Pregunte acerca de los efectos secundarios que pueden esperarse y lo que debe hacer si se vuelven un problema grave.
Los siguientes son algunos efectos secundarios frecuentes:
Náuseas y vómitos
Llagas en la boca
Estreñimiento o diarrea
Caída del cabello
Infecciones por niveles bajos de glóbulos blancos
Fácil aparición de moretones o hemorragias por recuentos bajos de plaquetas en la sangre
Cansancio por recuentos bajos de glóbulos rojos
Pérdida del apetito
Mareos
Problemas en la piel, como sequedad, sarpullido, formación de ampollas u oscurecimiento de la piel
Hormigueo, entumecimiento o hinchazón en manos o pies (llamado neuropatía)
Problemas de audición
Problemas en los riñones
Cambios en la menstruación o capacidad de tener hijos (fertilidad). La mayoría de las personas con cáncer de vagina ya han pasado por la menopausia.
La mayoría de los efectos secundarios desaparecen o se alivian entre tratamientos y después de su finalización. Pero algunos duran más tiempo o son permanentes. Puede tomar algunas medidas para controlar algunos de estos efectos secundarios. Informe a los proveedores de atención médica sobre cualquier efecto secundario que tenga. Ellos pueden ayudarlo a sobrellevarlos.
Le harán análisis de sangre con regularidad mientras recibe quimioterapia. Es para asegurarse de que no tenga reacciones negativas. Asegúrese de preguntar en qué casos debe llamar al proveedor de atención médica o enfermero de inmediato. Además, asegúrese de saber a qué teléfono llamar si tiene preguntas o problemas. ¿Hay una línea telefónica diferente para llamar durante la noche, los días festivos y los fines de semana?
Por ejemplo, la quimioterapia puede hacerlo más propenso a contraer infecciones. El proveedor de atención médica o enfermero le pedirán que llame si presenta alguno de estos síntomas:
Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior
Confusión
Escalofríos con temblores
Enrojecimiento, hinchazón y calor en la zona de una lesión, inyección o de la vía intravenosa (catéter)
Tos reciente o falta de aire
Dolor de cabeza
Ardor al orinar u orina con sangre o turbia
Hemorragia inusual
Puede ser útil llevar un registro de sus efectos secundarios. Anote los cambios físicos y emocionales, así como los cambios en su forma de pensar. Tener una lista por escrito hará que le resulte más fácil recordar las preguntas cuando vaya a las citas. También les facilitará a usted y al equipo de atención médica colaborar en el armado de un plan para controlar los efectos secundarios.